Gimnasios y coronavirus: ¿cuándo reabren y en qué condiciones?

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La nueva normalidad de los gimnasios: ¿cuándo vuelven a abrir y en qué condiciones lo harán?

Podremos volver a pisar un gimnasio a partir de la fase 3, con restricciones en el aforo y con un sistema de desinfección e higiene muy intenso para prevenir contagios.

Por Guille Galindo  |  01 Junio 2020

Si hay un sector que ha sufrido la crisis del coronavirus, hostelería aparte, ese es el de los gimnasios y centros deportivos, cuyas condiciones intrínsecas (recintos cerrados, máquinas y materiales al alcance de todos, sudor y respiración airada, poca distancia con el resto...) hacían imposible su reapertura hasta que la situación estuviera más o menos controlada.

De este modo, los más de 5,5 millones de personas que acudían diaria o semanalmente a los casi 5.000 centros deportivos y gimnasios que hay por todo el territorio nacional, según datos de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas y Gimnasios (FNEID), tuvieron que ingeniárselas para continuar con su actividad física. Al principio, en el confinamiento más estricto, tiramos de YouTube e Instagram y empezamos a seguir a todos los entrenadores caseros que había y a realizar sus rutinas de entrenamiento. Más tarde, cuando dio comienzo la desescalada, las calles parecían una maratón constante, con tanto runner a un lado y a otro, y tanta persona fit haciendo ejercicio en cualquier espacio, lo que provocó que el mes de mayo estuviera plagado de lesiones.

No obstante, por mucho ejercicio que hagamos en casa o en sitios públicos, seguimos echando de menos el gimnasio. Tenemos ganas de que vuelvan a abrir y poder ponernos a tono de forma exprés antes de que se consolide el verano. Algunos lo harán antes que otros, porque, como todos los negocios, deben adecuarse al sistema de fases implantado por el Gobierno. Y en concreto, la reapertura de los gimnasios está fijada para la fase 3.

Eso no significa que algunos no puedan abrir en la fase 2. De hecho, varias instalaciones deportivas ya lo hicieron incluso la fase 1, pero las condiciones en estas dos primeras fases (estrictas medidas de seguridad y solo un 30% de aforo con cita previa) resultan inviables para la mayoría de centros, a los que no les sale rentables abrir con esas normas. Normas que parecían mantenerse para la fase 3, pero finalmente la presión de la FNEID y la buena evolución de la pandemia en España han aliviado las restricciones.

La seguridad y la higiene será la máxima preocupación tras la reapertura de los gimnasios.
La seguridad y la higiene será la máxima preocupación tras la reapertura de los gimnasios. Shutterstock

El BOE del 30 de mayo, en su artículo 33, ha terminado de aclarar la situación de los gimnasios. Efectivamente, volverán a estar en en funcionamiento a partir de la fase 3, pero el aforo aumenta hasta el 50%, siempre y cuando se pueda mantener una distancia prudencial de dos metros entre los clientes. Además, se permite acceder a las instalaciones acompañado de una persona, y no será necesario pedir cita previa, uno de los principales motivos de preocupación entre el colectivo.

En lo que respecta a las clases grupales, muy habituales en estos centros, el máximo de personas será de 20 por clase, y de nuevo, garantizando una distancia de seguridad que evite cualquier contacto físico.

Los propietarios de estos centros deberán aplicar un régimen de limpieza mucho más intenso que el que podría haber antes, desinfectando a menudo las zonas comunes, incluidos los vestuarios y las zonas de duchas, que también estarán disponibles. Aquí solo se podrán ocupar el 50% de las duchas y urinarios, respetando una vez más la distancia de dos metros.

El aforo se reducirá a un 50%.
El aforo se reducirá a un 50%. Shutterstock

El objetivo más difícil: conseguir que los clientes acudan

La flexibilización de las normas evitará que centenares de centros deportivos y gimnasios se vean obligados a cerrar. Sin embargo, todavía hay mucho escepticismo alrededor de la reapertura de estas instalaciones, y ese es el principal reto de los gimnasios a partir de ahora, recuperar la confianza de sus clientes para acudir a ellos. Para conseguirlo, no queda otra que cumplir a rajatabla las medidas de seguridad e higiene. Lo más probable es que no lleguemos al extremo de los gimnasios de Hong Kong, donde se ha colocado una mampara entre máquina y máquina, sino que se abogue por la distancia de seguridad, la desinfección constante, el pago con tarjeta en vez de billetes y monedas y la propia responsabilidad de cada uno (llevar guantes, toalla y una botella de agua individual será ahora fundamental). ¿Será suficiente para convencerlos?

Las clases de alta intensidad, en las que se suda y se respira más de la cuenta, están también en entredicho, al considerarse una actividad con mayor riesgo de contagio. Aunque en un principio seguirán las mismas condiciones que el resto de clases, con un máximo de 20 personas y una distancia de dos metros, muchas podrían suspenderse hasta alcanzar la nueva normalidad.

Como vemos, todavía quedan interrogantes por resolver. Afortunadamente para millones de personas, ya falta menos para hacerlo.

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