Claves y secretos de mi nutricionista

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Diario de un gordo a dieta VI: Claves y secretos de mi nutricionista

Última entrega del "Diario de un gordo a dieta" con las conclusiones, claves y secretos del nutricionista que nos ha acompañado en todo este proceso de planificar y seguir una dieta y ejercicios.

Por Javier P. Martín  |  21 Noviembre 2018

"Me pesé ayer y me he dado cuenta de que he engordado unos 7 kilos en el último año. No es que hiciera falta pesarme, la ropa empieza a no caberme también. Así que voy a coger la dieta y el entrenamiento con ganas, te lo aseguro". Este era el primer correo que intercambié con Carlos Orrico, el coach nutricional al que decidí pedir ayuda en enero. Pesaba 87 kilos y el papelito de la farmacia me decía sin rodeos que tenía sobrepeso. Diez meses después, peso 75 kilos y sigo bajando. Cumplí la promesa que le hice, pero por muchas ganas que le haya puesto a la dieta y el entrenamiento, sin su guía habría seguido acumulando kilos y frustraciones.

Como ya os conté, en estos meses me ha dado tiempo a ponerme estricto, a aprender a combinar la dieta con mi vida social y también a aburrirme y cansarme y saltarme las reglas, algo que a veces es necesario. Pero ha sido mucho más fácil porque sé que tengo la ayuda de Carlos. Y él me entiende porque también fue un gordo a dieta, de hecho, en la adolescencia. Eso fue, en parte, lo que le empujó a interesarse por el mundo de los valores nutricionales, algo que ocurrió cuando se mudó al centro de Madrid tras vivir muchos años en el campo y empezar a cambiar su actividad diaria. En las fotos de su Instagram no queda nada de aquel adolescente obeso.

Los errores más comunes a la hora de empezar una dieta son esperar resultados inmediatos y luego no continuar un estilo de vida saludable.

La comunicación con Carlos es constante y directa, por mail y por WhatsApp. Cuando tengo alguna duda sobre los ejercicios del gimnasio, o si veo un alimento en el supermercado que me apetezca probar, le envío un mensaje. También puedo pedirle que me añada esto o lo otro a la dieta, siempre que se trate de algo saludable (creo que los Donuts no entran): él me dice cuándo y cuánto puedo comer dicho alimento. ¿El que más le pedimos los clientes? El queso en cualquiera de sus variaciones.

También tiene una web en la que publica recetas elaboradoras con ingredientes saludables. Cosas tan golosas como un brownie y unas palomitas con chocolate en versión "fit", una pizza "proteica" o platos como espaguetis de calabacín con salmón.

En cuanto a mi dieta, Carlos me cambia las cantidades de proteínas, hidratos y grasas cada mes en función a mi progreso, y también me añade y me quita alimentos. Durante dos meses, que me parecieron los más felices de mi vida, me permitía añadir a la cena unos gramos de chocolate negro sin azúcar. Lo hizo porque me había portado bien, lo que además me motivó para seguir.

Cada cuerpo es un mundo, y acudir a un nutricionista te ayudará a adaptar una determinada dieta a tu cuerpo.
Cada cuerpo es un mundo, y acudir a un nutricionista te ayudará a adaptar una determinada dieta a tu cuerpo. Shutterstock

Una vez me explicó el procedimiento: "Muchas veces cometemos el error de pensar que por comer poco o reducir drásticamente el aporte de calorías vamos a reducir nuestro porcentaje graso. Al principio resulta efectivo, pero no es algo saludable y, al cabo de un tiempo, te estancas. Una dieta hipocalórica estricta no es sostenible en un largo periodo de tiempo; nuestro cuerpo necesita energía para poder oxidar la grasa que tenemos de más". Yo asentí y sonreí.

Cada cuerpo es un mundo

No todos los casos son como el mío: hay quien acude a Carlos para ganar peso, o simplemente para llevar un estilo de vida más saludable. Cada cuerpo es un mundo, y Carlos lo tiene claro a la hora de adaptar la dieta a cada cliente: "Una persona sedentaria no necesita consumir las mismas calorías que alguien que tenga un trabajo que requiera mucho movimiento".

En su web hay reunidos algunos testimonios de clientes contentos con su progreso. Alicia dice que conocer a Carlos fue un hito que marcó un antes y un después en su vida. "Las pesas del gym pasaron de asustarme a ser mi mejor herramienta de entrenamiento. De la noche a la mañana, desaparecieron los productos light de la nevera y el concepto de comida limpia entró en mi vida", cuenta. Tatán afirma que ya no está haciendo una dieta ni un entrenamiento: "Es un nuevo estilo de vida". Todos ellos me recuerdan a mí.

No todo el que lo intenta tiene éxito, claro; depende de cada uno seguir las instrucciones y luchar por conseguir los resultados. Hay dos errores muy comunes que Carlos cita a la hora de empezar una dieta: "Esperar resultados inmediatos y, también, una vez conseguidos los resultados deseados, no continuar con un estilo de vida saludable".

Fin de un viaje infinito

En el último correo que me mandó, Carlos me dijo que si sigo así en dos meses empezaré a comer más para ganar volumen muscular. También eso me ha servido para volver a motivarme: voy a aprender a comer en abundancia para ganar peso limpio. Nunca es tarde para hacer algo por primera vez.

La verdad es que ya no soy el mismo. En la mesa, en la cocina, en el gimnasio y frente al espejo, el cambio es evidente. Ya no como en mi contra, sino a mi favor. Lo que no quita que esté pensando en las comilonas que se avecinan ahora que se acerca diciembre. Eso será otra batalla de esta guerra. Después llegará enero. Año nuevo, vida nueva, nuevos propósitos... Aún no los tengo pensados, pero en 2018 me he demostrado que puedo cumplirlos.

Lo celebraré con una tarta, y después me iré al gimnasio.

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