Correr en la playa: beneficios, precauciones y consejos

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Correr por la playa: beneficios y consejos

Correr por la playa tiene muchos beneficios, pero no es tan fácil como parece. Esto es todo lo que necesitas saber para vivir una experiencia agradable y no terminar lesionado.

Por Guille Galindo  |  22 Julio 2020

Las vacaciones en la playa sirven para desconectar y cambiar el chip por completo. Por unos días te olvidas del trabajo, disfrutas el momento, no te importa descuidar un poco la dieta y beber alguna cerveza más de la cuenta... Pero también puede ser un lugar idóneo para continuar haciendo deporte, la única rutina de la que no nos gustaría desprendernos.

Si eres uno de esos corredores natos que no se quitan el running de la cabeza ni en una tumbona, deberías probar uno de los mayores placeres de la vida de un runner: correr en la playa.

Harto de ver las mismas zonas plagadas de asfalto, coches y algún pequeño parque asfixiado por la contaminación, correr con el sonido del mar de fondo y con un paisaje azulado nos aporta una sensación de libertad y felicidad difícil de explicar.

Nada como correr en la playa para soltar todo el estrés.
Nada como correr en la playa para soltar todo el estrés. Shutterstock

Sin embargo, correr en la arena del mar requiere una serie de consejos e indicaciones. No es tan sencillo como coger las zapatillas (o nada) y ponerse a ello. Si no quieres lesionarte, o convertir lo que debería ser un sueño en una pesadilla, estate atento a todo lo que vamos a explicar en este artículo. Tu cuerpo te lo agradecerá.

Beneficios de correr en la playa

Por si os hemos asustado en el párrafo anterior, empezaremos por la parte positiva. Y es que, aunque haya que tener cuidado por cambiar drásticamente de terreno, correr o incluso andar en la playa nos aporta una serie de beneficios muy importantes para nuestro físico:

  • Sirve para trabajar y fortalecer todos los músculos del pie y de la pierna, así como las articulaciones y ligamentos.
  • Aumenta la quema de calorías al gastar el doble de energía que en el asfalto.
  • Mejora nuestra potencia debido a la dificultad del terreno.
  • Perfecciona nuestro equilibrio.
  • La humedad te permitirá respirar mejor.
  • La sensación de relajación y bienestar es mucho más profunda.
Correr en la playa aporta numerosos beneficios, pero también hay bastantes riesgos de lesión si no eres precavido.
Correr en la playa aporta numerosos beneficios, pero también hay bastantes riesgos de lesión si no eres precavido. Shutterstock

Consejos e indicaciones para correr en la playa sin problemas

Ya solo con el primer beneficio de la lista valdría la pena echar a correr por toda la costa. Por tanto, practicar deporte en la playa es una gran opción, siempre y cuando tengas cuidado al hacerlo. Si no eres precavido, lo más probable es que regreses de las vacaciones arrastrando una lesión. La playa cuenta con una serie de particularidades que debes tener en cuenta antes de empezar la sesión especial de running. Si sigues estos consejos, disfrutarás al 100% de los mejores minutos de la semana.

  • Sal a correr cuando el calor y la gente te lo permitan

    Salvo que te vayas de vacaciones a un destino paradisíaco o que encuentres una cala inhóspita, lo más normal es que la playa esté abarrotada de gente en las horas centrales del día. Y correr sorteando personas con sombreros, niños haciendo castillos y partidos de palas mientras te asfixias de calor no es lo más agradable ni recomendable.

    Así pues, es fundamental eludir las horas punta de la playa (de 10:00 a 19:00 horas aproximadamente). Los más madrugadores, aquellos que salgan a correr de 6:00 a 9:00 de la mañana, se encontrarán con la temperatura idónea para cualquier actividad deportiva, y con una playa limpia, lisa y en perfectas condiciones. Los trasnochadores deberán esperar hasta las 20:00-21:00 horas, pero valdrá la pena por ese atardecer.

    Correr cuando el sol sale o se pone en la playa es un momento único.
    Correr cuando el sol sale o se pone en la playa es un momento único. Shutterstock
  • Correr con zapatillas, mejor opción que correr descalzo

    El gran debate. ¿Cómo corro en la playa, descalzo o con las deportivas? Lo más recomendable es lo segundo. Las zapatillas de running sirven para amortiguar el contacto del pie con la superficie. En cuanto nos desprendemos de ellas, dicho impacto va directo a la musculatura del pie, así como a los tibiales, el sóleo, los isquios... Si tienes afectada una de esas zonas, ni te plantees dejar las zapatillas en casa.

    Corre con zapatillas en la arena, sobre todo si es tu primera vez.
    Corre con zapatillas en la arena, sobre todo si es tu primera vez. Shutterstock

    Si no tienes problema alguno, puedes ir alternando con deportivas o sin ellas, pero procura estar menos tiempo descalzo, sobre todo si eres un novato en este terreno. La arena es una superficie irregular, mucho más costosa de lo que parece, y puede provocarte torceduras de tobillo u otras molestias. Además, nuestro pie está acostumbrado a vivir muy bien con la amortiguación de las zapatillas, y puede que no esté preparado para asumir toda la intensidad.

  • Corre por la parte húmeda de la arena

    El otro gran debate, pero este no tiene discusión. Tu entrenamiento debe ser en la arena húmeda, mucho más compacta y firme. La arena seca es una zona todavía más dura para tus músculos, y las posibilidades de sufrir una lesión aumentan considerablemente. Como mucho, puedes hacer alguna serie corta y de poca intensidad al final del entrenamiento, pero no diariamente.

    Correr en la parte húmeda de la playa disminuye el riesgo de lesión.
    Correr en la parte húmeda de la playa disminuye el riesgo de lesión. Shutterstock
  • Guárdate los tiempos que hacías en tu barrio para cuando vuelvas

    A la playa uno va a relajarse, incluso haciendo deporte. No trates de igualar las marcas que venías haciendo las anteriores semanas, porque lo único que conseguirás es sobrecargar la zona. Como hemos repetido varias veces, la arena es más difícil que el asfalto a la hora de salir a correr, y sus condiciones son totalmente diferentes.

    Por tanto, con correr durante media hora a un ritmo más o menos intenso, pero sin forzar, será más que suficiente. Si es tu primera vez en la arena, estate menos tiempo, no más de 10 minutos en tu día inicial. Leyéndolo puede que te parezca poco, pero cuando empieces a correr ya verás cómo terminas reventado antes de lo normal. Evita también la carrera continua para librarte de las tan temidas sobrecargas, y haz diferentes rutinas durante el entrenamiento.

  • Cambia de sentido a lo largo de la sesión

    Sí, somos muy insistentes con lo mismo, pero es que es la clave del artículo: la playa tiene pendientes e irregularidades que obligatoriamente te harán sobrecargar el esfuerzo en una pierna. Si haces los 30 minutos de carrera en la misma dirección, al día siguiente irás cojeando. Cambiar de sentido a la mitad del entrenamiento te permitirá sortear cualquier problema físico.

    Si corres en pareja, ve cambiando también de posición.
    Si corres en pareja, ve cambiando también de posición. Shutterstock
  • Agua y crema, fundamentales

    Estás en una playa de Valencia corriendo en pleno agosto, ni que decir tiene que debes hidratarte si no quieres terminar siendo atendido por un socorrista. Llévate una botella de agua para luchar contra la deshidratación provocada por las altas temperaturas y la humedad.

    También es obligatorio echarte crema solar antes de salir a correr. Aunque no vayas a hacer el entrenamiento en las horas más cálidas del día, el sol es muy traicionero y puede jugarte malas pasadas.

Como veis, hay bastantes indicaciones y consejos para correr en la playa, pero si los cumplís, la experiencia será espectacular. Y todavía más si la completas con un merecido baño en el mar al terminar el entrenamiento.

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