Tipos de flexiones: qué beneficios aporta cada uno

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Hacer flexiones, un ejercicio fácil y efectivo: estos son todos los tipos de flexiones que puedes hacer

Las flexiones de brazo o de pecho son uno de los ejercicios que todos debemos dominar a la hora de hacer ejercicio, ya que son muy positivas y ofrecen resultados en poco tiempo. Sin embargo, hay que saber hacerlas como es debido. Os enseñamos y os mostramos todos los tipos que hay.

Por Ramón Fernández  |  03 Septiembre 2019

Uno de los ejercicios con los que solemos empezar nuestra rutina cuando vamos por primera vez al gimnasio son las flexiones. Todos sabemos que los ejercicios que utilizan el peso propio son muy interesantes para lograr el cuerpo definido que deseamos. Además, si un día no podemos ir al 'gym', podemos hacer flexiones sin problema donde sea, porque no exigen ningún tipo de equipamiento, simplemente el propio cuerpo y ganas de estar en forma. Sin embargo, hacerlas adecuadamente no es tan sencillo como parece.

Para hacer una flexión debemos tumbarnos boca abajo y levantar nuestro propio cuerpo con los brazos. Solo suele haber dos puntos de apoyo, las manos, que se sitúan a la altura de los hombros, y las puntas de los pies. Para hacer las flexiones correctamente el cuerpo debe estar lo más recto posible y que ninguna parte del tiempo más allá de manos y pies toque el suelo.

Las flexiones son duras, pero los resultados son bastante efectivos.
Las flexiones son duras, pero los resultados son bastante efectivos. Shutterstock

Desde dentro, puede dar la sensación de que estamos realizando los movimientos a la perfección, pero dominar la técnica de los diferentes tipos de fondos requiere un tiempo. Aunque a la larga terminaremos agradeciendo esta dedicación inicial, pues hacer mal los ejercicios puede suponer lesiones, sobrecargas y una nula mejoría muscular, que es al fin y al cabo, el objetivo de la actividad.

Aunque en las flexiones que vamos a ver a continuación los músculos principalmente afectados van a ser los brazos, los hombros y el pecho, lo cierto es que en este tipo de ejercicios realizados con nuestro propio peso, otro de sus beneficios es que, en mayor o menor medida, casi todos los músculos corporales juegan un papel y muestran mejoría.

Tipos de flexiones

Por ello, desde MENzig Fit os proponemos los tipos de flexiones con los que conseguirás el cuerpo que buscas. Para ello se debe depurar la técnica lo más posible, y llevar a cabo los ejercicios con mucha constancia. Como veréis, cada tipo tiene sus trucos y forzará más o menos unos grupos musculares u otros. También difiere el nivel de aquel que lo vaya a realizar, siendo algunas más interesantes para un público principiante mientras que otras solo serán capaces de llevarlas a cabo deportistas más experimentados:

Flexiones de rodillas

Las flexiones ideales para comenzar, si la fuerza de tus brazos y tu tren superior es limitada. En muchas ocasiones, al empezar el ejercicio después de mucho tiempo de sedentarismo, nuestros brazos no tienen ya la fuerza que recordábamos, y nuestro cuerpo pesa más de lo que creíamos. Por eso, el ejercicio perfecto para aclimatarnos mientras vamos mejorando son las flexiones con apoyo de rodillas. La distancia entre los puntos de apoyo es menor y por lo tanto la fuerza requerida también. En este caso se pueden hacer muchas repeticiones y nos ayudará a llegar a los demás tipos de flexiones lo más rápido posible.

Flexiones tradicionales

Las que conocemos de toda la vida, cuyo funcionamiento hemos explicado en la parte superior de este artículo. Sin embargo se cometen muchos errores, como pueden ser no poner el cuerpo rígido, lo que limita el trabajo del pecho y daña la espalda. También abrir los codos, un fallo muy habitual, es una postura que puede generar muchas lesiones. Las manos deben estar siempre mirando hacia delante y los codos quedar lo más cerca del cuerpo posible, mientras este se encuentra como si estuviera haciendo planchas. Afecta principalmente al pecho, aunque también a hombros y brazos.

Flexiones cobra

Son de las menos exigentes. Consisten en tumbarse boca abajo con las manos a la altura de los hombros, pero bastante pegadas al pecho, y levantar únicamente el tren superior mientras el resto del cuerpo queda recto, aunque sin tocar el suelo. Este ejercicio es sencillo y fortalecerá tus tríceps.

Flexiones diamante

También son un ejercicio principalmente pensado para los tríceps, aunque también participe la espalda y los hombros. Consiste en poner las manos mucho más centradas, creando entre los dedos pulgares e índices la forma de un diamante. Estas flexiones son ya algo más complicadas.

Flexiones abiertas

Como estáis viendo, para que un tipo de flexión afecte a un grupo muscular u otro depende en gran medida de la posición de las manos con respecto al cuerpo. El lugar en el que se encuentre el punto de apoyo es fundamental. En este caso, estamos hablando de unas flexiones que necesitan que las manos se sitúen en una posición más abierta, y por consiguiente aleja los brazos del cuerpo. Afectan principalmente a los hombros.

Flexiones profesionales

Por último hablaremos de los tipos de flexiones más complicadas. Estamos hablando de las flexiones espartanas y las flexiones con palmada.

Las primeras consisten en situar las manos a diferentes alturas, es decir, una más arriba que la otra, y cambiarlas alternativamente aprovechando el tiempo en el que estamos arriba. No son unas flexiones nada sencillas pero permitirán una clara mejoría en la fuerza de los pectorales.

Por otro lado, las flexiones con palmada consisten en que, una vez subas el cuerpo, des como mínimo una palmada antes de situar las manos de nuevo en su posición inicial. Son posiblemente las más espectaculares y mejoran la fuerza y la velocidad. Un ejercicio complejo y completo.

Existen más tipos de flexiones, pero si conseguís dominar todas estas, probablemente no os hagan falta ninguna más para conseguir un tren superior fuerte y definido. Aunque como ya sabéis, sin constancia y trabajo será imposible que consigáis vuestros objetivos.

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