Empezar en el gimnasio: consejos y errores comunes

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7 consejos para empezar en el gimnasio y no fracasar en el intento

Empezar a ir al gimnasio es uno de esos propósitos que nunca se cumplen, y cuando se cumplen, se hacen mal. Los inicios pueden ser duros y es difícil mantener la rutina. Por eso te damos algunos consejos para comenzar con buen pie.

Por Miguel Arjona  |  17 Mayo 2019

Primer día de gimnasio. Entras con una mezcla de emoción y nervios que se convierte en agobio cuando ves a tanta gente en las máquinas, gente que no dudará en mirarte mal y preguntarte si vas a seguir siendo un estorbo o te vas a quitar de ahí de una vez. Todos saben que eres novato, eso se nota. Ahora bien, de ti depende que tu primera experiencia sea buena o un desastre. Ese primer día será clave a la larga para mantenerte mucho o poco en el gimnasio. Por eso, te damos los consejos que nos hubiera gustado que nos dieran a nosotros.

1 Ve de compras antes

Lo primero de todo, antes incluso que ir al gimnasio, es comprar un buen equipamiento. La forma de vestir en el gimnasio es fundamental, no se puede ir a hacer deporte con lo primero que se pille. Hay que comprar unas buenas zapatillas, y varios pantalones y camisetas que estén hechas para hacer deporte, no de las que te sobren por casa.

Intenta evitar llevar cualquier tipo de ropa de vestir, o cualquier chándal que te encuentres por el armario y que hace años que no te pones. Pero tampoco hace falta gastar mucho dinero. Hay ropa deportiva barata y de calidad.

Si te vas a dedicar a un trabajo de musculación, necesitas unos buenos guantes. Esto te hará evitar callos en las manos, además de darte una mayor comodidad a la hora de hacer los ejercicios. De hecho, si esos guantes llevan muñequera, mejor. Un mal gesto en las muñecas puede hacerte pasar por el hospital.

Por otro lado, te dediques a hacer ejercicios de cardio, musculación o a clases guiadas, es recomendable que te lleves una botella de agua o algo por el estilo. No te vendrá nada mal reponer líquidos durante el entrenamiento.

Descansa, bebe agua o incluso tómate barritas energéticas.
Descansa, bebe agua o incluso tómate barritas energéticas. Shutterstock

2 No vayas solo

Esto no es posible para todo el mundo, pero es algo que si puedes, debes hacer. Los primeros días pueden hacerse cuesta arriba hasta que te acostumbres a la rutina y es más probable que tu fuerza de voluntad se vea resentida si intentas ir solo.

La compañía de un amigo o un familiar te ayudará a coger fuerzas cuando no puedas más, cuando estés tirado en el sofá y necesites un motivo por el que ir: no dejar tirado a tu compañero.

3En la variedad está el gusto

Cada día es diferente. Esto puede aplicarse a la vida, y en este caso, también al gimnasio. Los músculos necesitan descansar, por lo que si haces los mismos ejercicios (o rutinas) todos los días, el cuerpo lo va a notar, y puedes provocarte lesiones e incluso más agujetas de las necesarias.

Si vas todos los días, lo recomendable es trabajar dos zonas y hacer algún ejercicio de cardio, ya sea bicicleta, correr o sufrir con la máquina elíptica. Si trabajas músculos que se entorpezcan el mismo día, seguramente no consigas hacer bien los ejercicios. Estas son las combinaciones de trabajo más usadas:

  • Hombro y pierna
  • Tríceps y espalda
  • Bíceps y pectoral

Todas ellas se pueden combinar con sesiones de cardio al empezar y al terminar el entrenamiento, además de algún que otro ejercicio de abdominales.

No fuerces más de la cuenta con el peso.
No fuerces más de la cuenta con el peso. Shutterstock

4 Mide bien tus fuerzas

No pretendas lo que no puedes hacer. En el gimnasio te vas a encontrar con personas que llevan semanas, meses, e incluso años haciendo deporte. No tienes que compararte al resto. Ve a tu ritmo, levanta el peso que te toque y que permita hacer bien el ejercicio.

Por supuesto, la fuerza no solo se refiere a la física. Debes medir tus esfuerzos para poder hacer de la manera más eficaz los ejercicios. No tienes por qué ir todos los días. De hecho, si intentas hacerlo es probable que te canses más porque estás forzando más de la cuenta. Incluso puedes cogerle manía y dejar de ir antes de tiempo.

5 Déjate aconsejar

Después de todo el anterior, este consejo es quizá de los más importantes. Si tu gimnasio es competente, tendrá trabajadores que saben lo necesario sobre el deporte. Ellos te podrán recomendar las mejores tablas de ejercicios para tus objetivos, y podrán ayudarte a la hora de saber cuáles son los tiempos que necesitas. E incluso si tienes algún accidente, debes acudir a ellos. Si son profesionales, es por algo.

Una ayuda o un consejo te puede librar de una lesión importante.
Una ayuda o un consejo te puede librar de una lesión importante. Shutterstock

6 Hay que sufrir un poco

Esto consejo es para que te hagas a la idea de que todo tiene un precio. Los primeros días van a ser los que más sufras por varios motivos: estás empezando y tu cuerpo no está acostumbrado, aún no ves progresos y empiezas a cuestionarte esto del deporte, no quieres cansarte y no quieres sudar... Pero tienes que sufrir un poco. Las agujetas se irán, y ver el cambio físico que irás experimentando te hará seguir adelante.

Tus músculos no van a crecer si no te esfuerzas, tu grasa no se va a marchar si no te empleas en el cardio (además de la alimentación, pero eso es otro tema) y tu aguante físico no va a mejorar si no intentas progresar.

7 Paciencia y constancia

El último, y quizá el más importante. Los resultados necesitan esfuerzo, sí, pero sobre todo, necesitan que tengas constancia. Por suerte o desgracia, la vida no es una película. Las cosas no se consiguen en unos minutos porque si no, todos podríamos ser 'Rocky' en apenas unos días. No funciona así.

Es probable que pasen algunas semanas hasta que comiences a notar algunos avances, pero eso no significa que no vayas a conseguir tus objetivos. De hecho, puede que pasen meses hasta que el resto de la gente empiece a notar esos progresos. Pero no debes bajar el ritmo. Tienes que hacerte a la idea de que esto es largo camino por recorrer, pero que tus metas están muy cerca si trabajas como debes.

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