La estadística avanzada en el deporte: hacer ejercicio nunca fue tan fácil

La estadística avanzada para mejorar el rendimiento se expande: del deporte profesional a tu gimnasio

Desde la NBA a la Champions League, la estadística avanzada inunda el deporte, tanto para ayudar a los cuerpos técnicos como para ofrecer más información a los fans. El análisis de datos se ha convertido en una parte más del deporte, que perfectamente puede ser trasladado a nuestras rutinas de ejercicio físico.

Por Adrián Tomé  |  12 Abril 2022

Muy atrás han quedado los días en los que ir al gimnasio nunca iba acompañado de aplicaciones, rutinas milimétricamente medidas, dietas, recordatorios y otros mil widgets por el estilo. Como suele ocurrir, primero fue el deporte profesional el que se empapó de todo tipo de técnicas para mejorar el rendimiento de los deportistas. La evolución ha llegado hasta tal punto de depender de las novedades del último chip de Apple de turno para alcanzar la victoria.

La importancia de la estadística avanzada en el deporte

Sin llegar a estos extremos actuales, lo cierto es que el análisis estadístico siempre ha estado presente en el mundo del deporte, contabilizando los entrenamientos de los deportistas de más alto nivel, tratando de exprimir al máximo su rendimiento. En los últimos años, gracias al desarrollo de diversas aplicaciones e instrumentos de medición, ha tenido lugar un salto gigantesco en este ámbito.

Un ejemplo de aplicación para recoger datos
Un ejemplo de aplicación para recoger datos freepik

Desde hace ya tiempo (aunque tampoco demasiado), los equipos de entrenadores, ya sea en baloncesto, fútbol, tenis o cualquier otro deporte, recogen información detallada de sus jugadores a través de revisiones puntuales, chips en la equipación y otros datos recogidos durante partidos o eventos. Estos datos van desde gráficos con calorías quemadas a velocidad de carrera, capacidad pulmonar, rendimiento según el clima o la altitud... En resumen, todo lo que te puedas imaginar. Todo ello sirve para desarrollar un plan de entrenamiento personalizado y adaptado al deportista en cuestión. Gracias a ello, muchos están consiguiendo alargar su carrera o alcanzar mejores resultados durante más tiempo.

En baloncesto y fútbol, por ejemplo, la estadística avanzada no se limita al aspecto de entrenamiento físico. Con microchips y sensores introducidos en las zapatillas recogen datos como toques por minuto, distancia recorrida, velocidad en pista, los famosos mapas de calor, o aspectos más concretos como el gasto de energía durante el partido. De esta manera, se eligen las rotaciones, se cambian las estrategias o posiciones de jugadores, se dan unas instrucciones u otras. Todo, por supuesto, para conseguir el mejor resultado posible, aunque en el deporte no deja de haber un elemento azaroso que por muchos datos que tengas no puedes remediar.

Hoy en día, el acceso a estos datos se obtiene en tiempo real, permitiendo incluso que los entrenadores hagan ajustes durante los partidos en base a lo que digan los gráficos. La profundidad de la estadística avanzada es tal que en la NBA los equipos cuentan con plantillas enteras de trabajadores dedicados única y exclusivamente a recoger y analizar datos.

Por no hablar de los máximos exponentes del deporte, como LeBron James o Cristiano Ronaldo, que cuentan incluso con sus propios equipos trabajando con información propia para seguir rindiendo al máximo físicamente.

Pero la estadística avanzada no solo sirve para aumentar el rendimiento. También ha supuesto una mejora considerable para la prevención y recuperación de lesiones. Gracias a la tecnología, es mucho más sencillo saber cuándo un jugador necesita un descanso, se detectan lesiones menores mucho antes y se elaboran planes de recuperación mucho más perfeccionados y específicos, consiguiendo que jugadores se recuperen de lesiones graves en tiempo récord. Para conseguir un trabajo en medicina deportiva, ya no vale simplemente con ser médico, tienes que tener un cierto conocimiento de la evolución del medio hacia la estadística y saber aplicarlo en tratamientos preventivos.

El impacto de la estadística avanzada en la vida diaria

La normalización del análisis de miles de datos en el deporte ha hecho que cada vez más el resto de la población se interese por medir sus rutinas de entrenamiento y los efectos que tienen en su rendimiento, estado físico y salud. Al margen de las apps para contar los pasos o estudiar tus rutinas, los smartwatches se han convertido en un accesorio imprescindible a la hora de hacer deporte. Y la cosa tiene pinta de ir mucho más allá. Nike ha empezado a vender públicamente zapatillas con microchips instalados que envían datos sobre ritmo, salud y postura del pie a su aplicación.

Se suele decir que popular se hace lo que bien funciona. La revolución de los datos en el deporte hace que, si no te basas en la estadística a la hora de realizar tus rutinas de gimnasio, te estés quedando muy atrás y desaprovechando las oportunidades.

Además, no tienes que ser un bodybuilder para que esto te beneficie. Sirve, entre otras cosas, para ser más eficiente a la hora de hacer ejercicio, algo muy valorado con el poco tiempo libre que se suele tener para entrenar. Datos tan simples como las calorías que necesitas o pierdes en determinado ejercicio, o medir el crecimiento de tu capacidad pulmonar, pueden ser verdaderamente trascendentales. Revisar este tipo de ámbitos puede hacer decantarte por un ejercicio en lugar de otro que tenga una respuesta peor para tu cuerpo. También contribuye a la hora de establecer un plan o rutina de entrenamiento, conociendo tus límites y elaborando un plan de progreso realista.

Pero lo mejor de todo es que se trata de herramientas accesibles y muy sencillas de utilizar. Obviamente no vas a llegar al mismo nivel que los profesionales, del mismo modo que tu dieta no va a ser perfecta si no tienes contigo un equipo de nutricionistas, pero notarás los resultados. Con lo fácil que es probarlo, toda mejora por pequeña que sea es sin lugar a dudas bienvenida.

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