Lesión del bíceps femoral: cómo se produce, síntomas y recuperación

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Lesión del bíceps femoral: cómo se produce, síntomas y cómo evitarla

Cada poco tiempo vemos una noticia en la información deportiva de que un deportista (futbolista sobre todo, debido a las características de su deporte) tiene una lesión en el bíceps femoral, pero ¿qué es esta lesión y cómo podemos evitarla?

Por MENzig  |  26 Febrero 2020

Ousmane Dembelé es un jugador propenso a las lesiones desde que está en el FC Barcelona. Entre una y otra se ha perdido cerca de 70 partidos (el equivalente a casi dos ligas completas) desde que la temporada 2017/18, cuando firmó por el conjunto catalán. Son nueve contratiempos físicos en total, que no están permitiendo que el francés pueda desplegar su fútbol con continuidad.

El momento clave, el 'cultural reset', llegó en septiembre de 2017 en el Coliseum Alfonso Pérez, cuando Dembelé se rompió el bíceps femoral, algo muy común entre los futbolistas: Andrés Iniesta casi se pierde el Mundial 2010 por culpa de esta lesión, Diego Costa solo pudo jugar 10 minutos de final de Champions por ello, es el único tormento de Leo Messi en su carrera... La inmensa mayoría de jugadores profesionales (y no profesionales) tienen en común que han padecido este mal. Pero, ¿qué es la lesión del bíceps femoral y por qué los futbolistas lo sufren tanto?

Quedó demostrado en 2014 que la placenta de yegua no funciona para curar rápidamente el bíceps femoral.
Quedó demostrado en 2014 que la placenta de yegua no funciona para curar rápidamente el bíceps femoral. GTRES

¿Qué es y cómo actúa el bíceps femoral?

Para contestar esta pregunta, en primer lugar hay que situar el bíceps femoral y decir qué es: se encuentra en la parte posterior del muslo y forma parte de lo que llamamos isquiotibiales, que no es otra cosa que un conjunto de tres músculos: el semitendinoso, el semimembranoso y el propio bíceps femoral. Los 'isquios', como se les conoce coloquialmente, nacen justo debajo de los glúteos y se extienden hasta un poco más arriba de los gemelos, justo hasta la articulación de la rodilla.

Cuando se lesiona este músculo lo que sucede es que sufrimos un desgarro como consecuencia de que se estira demasiado y, por lo tanto, se rompe. Eso fue lo que le pasó a Dembelé: al intentar golpear el balón de tacón hizo un movimiento tan brusco que dañó el bíceps femoral. También es muy común que pase en pleno sprint, cuando ponemos al límite los músculos. En ese caso, si no los hemos preparado bien, corren el peligro de romperse. Y más este en concreto, que está en una zona clave para arrancar, correr a gran velocidad y frenar, algo muy común en el fútbol y otros deportes que alternan grandes esfuerzos explosivos y pausas bruscas.

Síntomas de la lesión en el bíceps femoral

En función de cómo sea esa distensión, la rotura será mayor o menor. Esto determinará el grado de la lesión y el tiempo de la recuperación. Un gran síntoma es un dolor agudo en la parte posterior del muslo, la imposibilidad de continuar con la carrera o incluso de andar. Es muy importante parar en cuanto sintamos ese dolor y que un médico valore si es o no rotura, ya que si se continúa con el ejercicio, corremos un gran peligro de que, si hay rotura, se haga más grande, y por tanto más grave. Como consecuencia de esto, los plazos de recuperación sean más amplios. De hecho, si no se trata hay riesgo de que se convierta en una dolencia crónica.

¿Cómo evitar la lesión en el bíceps femoral?

Un correcto calentamiento que evite la rigidez muscular y nos aporte más flexibilidad al músculo se antoja fundamental para prevenir riesgos. Asimismo, otra factor que reduce peligro de lesión es mantenernos activos. Esto también sirve para que, si llevas tiempo sin hacer ejercicio y has decidido empezar, tengas mucho cuidado con tus cargas cuando entrenes esta zona. Pero tanto en el fútbol como en otras actividades como el fartlek o los intervalos en la cinta de correr, en las que hay más propensión a este tipo de lesión. No te relajes.

Por eso, en cuanto al tipo de calentamiento, lo más recomendable son los ejercicios de activación, un trabajo que también puede ser de bodyweight training utilizando nuestro propio peso corporal. Pero siempre, como recomendación prioritaria, debes activar la zona. Si no, un mes parado (o más, si la rotura es más amplia) no te lo quita nadie.

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