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Qué es el irrigador dental y para qué sirve
El irrigador dental es un aparato cuya demanda ha crecido en los últimos años, pero que no todo el mundo conoce bien para qué sirve. En MENzig.fit te explicamos para qué sirve un irrigador dental o si tú lo necesitas.
24 Mayo 2021
|Concienciados de la importancia de tener una boca sana, en los últimos años ha crecido la demanda de los irrigadores dentales. Estos aparatos ayudan a mejorar de forma significativa la higiene bucal. Si aún no sabes qué son, para qué se utilizan y qué beneficios te aportan, en MENzig.fit te contamos todo lo que debes saber de un irrigador dental.
Seguro que sabes perfectamente que para tener una correcta salud bucal debes lavarte los dientes al menos tres veces al día. Y es así. Esa rutina no debe faltar en tu día a día. Pero puedes ir más allá. Desde hace unos años ya es posible disponer en tu casa de un irrigador dental, toda una aportación para aquellos que buscan la mayor higiene de su boca. Y es que es uno de los métodos más eficaces para llegar a las zonas de difícil acceso.
Si no has oído hablar del irrigador dental o no sabes para qué sirve, en este post conocerás las respuestas que necesitas.
¿Qué es un irrigador dental?
Un irrigador dental, también conocido como irrigador bucal o hidropulsor, es un aparato que utiliza un chorro de agua a presión (o un colutorio bucal) para la limpieza de la boca. Con este método, que debe usarse después del cepillado habitual, se consigue una limpieza bucal más efectiva porque permite llegar a aquellas zonas de la cavidad bucal de más difícil acceso, como las zonas entre los dientes o la línea de las encías. Además, gracias al chorro a presión se consigue arrastrar la placa bacteriana y estimular las encías.
Los irrigadores dentales tienen un funcionamiento prácticamente idéntico y se componen de tres elementos básicos: una bomba, un depósito de agua y una boquilla.
El funcionamiento de un irrigador dental es sencillo aunque, como todo al principio, tendrás que irle pillando el truco para darle el uso correcto y que así sus resultados sean los esperados. Lo primero, como ya hemos indicado, es hacer el cepillado normal de la boca y después utilizar el irrigador bucal.
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Para usar el irrigador dental comienza rellenando el depósito de agua y selecciona la boquilla que resulte más adecuada a la fisionomía de tus dientes. Con todo listo, coloca la boquilla en la boca. Entonces debes encender el irrigador y dirigir el chorro de agua sobre la encía y el diente. No te olvides de pasarlo por cada parte de la boca manteniendo el chorro durante unos segundos. Se recomienda su uso diario durante unos dos minutos, preferiblemente por la noche.
Para que la limpieza bucodental sea efectiva, cada vez que uses el irrigador dental es muy importante que al finalizar cada sesión limpies correctamente la boquilla y el depósito.
¿Para qué sirve un irrigador dental?
El irrigador dental es un aparato muy común en las clínicas dentales que su usa para trabajar sobre la higiene bucodental del paciente. Pero desde hace unos años ya existen también irrigadores para usar en casa. ¿Te animas?
Utilizar un irrigador dental es el complemento perfecto al cepillado diario y un método muy eficaz para llevar a cabo tú mismo una completa higiene bucal. Entre los beneficios que conlleva el uso del irrigador dental se encuentran:
- Contribuye a eliminar los restos de comida que se almacenan en las zonas menos accesibles por lo que es especialmente útil para las personas con implantes y ortodoncias.
- Ayuda a reducir la placa bacteriana y con ello a luchar contra el sarro, las caries y otras enfermedades.
- Reduce la inflamación y el sangrado de las encías, por lo que el irrigador dental es recomendable para aquellos que padecen gingivitis o periodintitis.
- Provoca una mayor sensación de frescor y limpieza en la cavidad bucal porque la limpieza llega hasta las zonas más profundas de la boca. Así puedes prevenir o reducir el mal aliento.
Además de los beneficios que los irrigadores dentales ofrecen para la salud bucodental, estos aparatos también tienen la ventaja de que son fáciles de usar, son de tamaño compacto, no excesivamente caros (aunque los precios variarán según el modelo y tipo de irrigador que compres) y su mantenimiento es sencillo.
¿Quién puede usar un irrigador dental?
Los irrigadores dentales pueden ser utilizados por adultos o por niños (hay modelos para niños). Aunque que puedan utilizarlos los más pequeños no quiere decir que en ellos sea imprescindible. Lo fundamental, ante todo, es fomentar una correcta limpieza bucal usando correctamente el cepillado y aprendiendo a utilizar el hilo dental.
Bien es cierto, como hemos adelantado, que los irrigadores dentales están especialmente recomendados para personas con ortodoncia porque ayudan a eliminar los restos de comida que se almacenan entre los brackets.
Si te preocupa tu salud bucodental ya sabes que puedes contar con un irrigador dental. Su uso no sustituye al cepillado diario pero es el complemento ideal, una combinación perfecta para que puedas presumir de una envidiable higiene de tu boca.