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Hasta qué punto los cambios de temperatura influyen en nuestros dolores corporales
No solo te pasa a ti. El cambio de tiempo provoca dolores corporales, especialmente en las articulaciones y en la cabeza. Las personas que padecen artrosis, artritis o dolores crónicos lo sufrirán en mayor medida.
29 Octubre 2021
|Con la llegada de las estaciones frías y el mal tiempo, muchas personas sentimos dolores en algunas partes de nuestro cuerpo. Pero lo más curioso es que aparentemente no tienen ninguna causa, es como si alguien te estuviera haciendo vudú. Entonces en ese momento alguien te dice: "será el cambio de tiempo", a lo que tú respondes con una cara de póker mejor que la de Lady Gaga. Sin embargo, por mucho que suene a cuento chino o leyenda urbana, esa gente tiene razón. El clima influye en los dolores corporales, articulares y dolores crónicos, incluso en algunas enfermedades crónicas como la artritis o artrosis. De la misma manera, los cambios de temperatura pueden provocar las famosas migrañas, aunque en estos casos es más complicado descifrar el patrón del cambio de tiempo que siguen estos molestos dolores de cabeza.
Pero, ¿cómo y por qué ocurre? Cuando se produce una disminución en la presión atmosférica, nuestro cuerpo elabora una advertencia de ello a través de unos receptores situados en la piel y en las articulaciones que se traducen en acentuación de dolor. Es una forma de advertir o poner en conocimiento que algo está sucediendo en nuestro entorno.
Lo que sucede en nuestro cuerpo es una contracción de los músculos para mantener la temperatura corporal frente a la bajada de temperatura fuera, lo que también favorece la rigidez en las articulaciones, por lo tanto, influye en la capacidad de flexibilidad y en nuestros movimientos del día a día.
Dolores crónicos articulares: las presas más deliciosas para un cambio de clima estacional
Probablemente, las articulaciones sean el lugar donde más se perciben las molestias por el cambio de temperatura. Y no solo por eso, sino que además los cambios en la presión del aire o del agua pueden afectar a las terminaciones nerviosas sensitivas, lo que aumenta la sensación de dolor.
Existe otra teoría por la que el frío afectaría a la viscosidad del líquido sinovial, encargado de lubricar nuestras articulaciones y por lo tanto, funciona como colchón entre la propia articulación y los huesos, músculos y tendones que haya a su alrededor. Esto sería un buen argumento para defender la fricción articular mencionada anteriormente.
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Sin embargo, las articulaciones sufren mucho con las temperaturas extremas. El frío o el calor favorecen la aparición de inflamaciones y derrames en las articulaciones. Un ejemplo de ello son las fibromialgias, para las que los picos de temperaturas son determinantes en el incremento del dolor, pudiendo desarrollar nuevos síntomas.
Si has sufrido alguna fractura...ten cuidado
Además de los dolores articulares, cualquier tipo de lesión ósea también se ve afectada por condiciones climáticas cambiantes. Está demostrado que personas que han sufrido alguna fractura o fisura, afirman con certeza que el frío ha revivido dolor en la zona afectada o con los cambios de temperatura han tenido más molestias.
¿Soy 'meteorosensible'?
Se denomina de esta manera a las personas que presentan mayor sensibilidad a los cambios meteorológicos de lo normal. Se trata de un síndrome más habitual de lo que podría parecer, por el que nos vemos afectados por las alteraciones estacionales y climatológicas. Además, esto se extiende tanto a nivel físico como mental. Una de las últimas consecuencias de ser meteorosensible es sufrir meteoropatía, afección asociada al cambio meteorológico.
¿Hay soluciones? Lamentablemente, no hay ningún remedio, pero te puedes anticipar a los cambios llevando a cabo algunas medidas preventivas. No son ningún milagro porque no quitan los dolores, sino que en el mejor de los casos te prevendrán para aliviarlos. Entre ellas se encuentra aplicar calor en la articulación o zona afectada, o realizar suaves estiramientos para preparar y poner en alerta a los músculos.
También existen algunas recomendaciones para personas meteorosensibles específicamente al calor, como tomar alimentos con pocas calorías, descansar más de lo habitual y evitar el alcohol. También es un gran acierto a la hora de hidratarse hacerlo con granizados, batidos o smoothies sanos.