¿Cuándo debes ir a un quiropráctico? ¿Cómo trabaja?

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¿Cuándo debo acudir al quiropráctico?

La quiropraxia o quiropráctica es una disciplina desconocida para mucha gente, pero que puede tratar problemas del sistema neuro esquelético gracias a las alteraciones de la columna vertebral. Descubre las funciones del quiropráctico y cuándo debes acudir a su consulta.

Por MENzig  |  24 Septiembre 2018

El quiropráctico es la persona que practica la quiropraxia (o quiropráctica), una disciplina que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las alteraciones mecánicas de la columna vertebral en particular y del sistema neuro-músculo-esquelético en general. Una de las características más importantes de los quiroprácticos es que trabajan sin fármacos ni cirugía, de manera natural. Te explicamos cómo trabaja un quiropráctico y cuándo debes acudir a él.

¿Qué hace un quiropráctico?

El trabajo de un quiropráctico consiste en localizar y corregir las subluxaciones vertebrales de manera específica e indolora, con el objetivo de optimizar la función del sistema nervioso. Como la filosofía de la quiropráctica está basada en que el cuerpo humano dispone de una inteligencia innata que le controla, el quiropráctico debe intentar devolver la columna vertebral a un estado de normalidad, eliminando las interferencias que pueden provocar los pinzamientos en el nervio.

Cuando el sistema nervioso se libera, el organismo puede regresar a esa inteligencia innata, recuperando el organismo su capacidad de curarse a sí mismo y de mantenerse en buen estado.

La subluxación vertebral

La base de la quiropraxia está en el concepto de la subluxación vertebral. Esta disciplina entiende que el cerebro controla todas las funciones del organismo a través del sistema nervioso y es lo que permite que el cuerpo funcione de manera armoniosa y mantenga su estado natural de salud. El cerebro está protegido por los huesos del cráneo y de la columna vertebral, que es el eje central del sistema locomotor, desde donde se ramifican redes nerviosas que llegan a todas las partes del cuerpo.

Sin embargo, este sistema puede dejar de funcionar por muchos factores a lo largo de la vida. Cuando esto ocurre, produce interferencias sobre el sistema nervioso, que ve limitada su capacidad para organizar el trabajo del organismo y mantener un nivel de salud óptimo. Este fenómeno es lo que se denomina subluxación vertebral.

Sentarte correctamente en el trabajo te ayudará a no necesitar visitar al quiropráctico.
Sentarte correctamente en el trabajo te ayudará a no necesitar visitar al quiropráctico. Shutterstock

Algunos trucos que evitarán una consulta

La mayoría de las personas que visitan al especialista lo hacen por dolores de espalda, sobre todo en la parte baja de la columna vertebral. Esto se debe a las malas posturas que adoptamos prolongadamente, ya sea por cuestiones de trabajo o por algo tan sencillo como nuestra forma de dormir. Estos son algunos consejos para evitar una visita al quiropráctico:

¿Cuándo debo ir al quiropráctico?

Los problemas más habituales que nos llevan a estos especialistas están relacionados con dolores de espalda, lumbago o del nervio ciático, pero hay muchos otros que también son tratados por los quiroprácticos. Estos son los más habituales.

  • Dolor de espalda: es el dolor más generalizado y el que nos lleva más a menudo a visitar al quiropráctico, aunque las causas pueden ser muy diversas.
  • Cansancio generalizado.
  • Dolores de cabeza, jaquecas y migrañas: hay muchos factores que pueden provocar los dolores de cabeza y el especialista puede ayudarte de muchas maneras, incluso con un replanteamiento de tu dieta.
  • Vértigos y mareos.
  • Si pasas muchas horas sentado en el trabajo: cada vez es más habitual estar largas jornadas delante de una pantalla de ordenador, lo que provoca dolores dorsales, lumbares, etc.
  • Colon irritable.
  • Si las suelas de tus zapatos no se desgastan al mismo tiempo es una forma muy sencilla de ver que nuestro cuerpo no está alineado, no funciona bien y, por tanto, necesita ayuda.
  • Gastritis.
  • Falta de movilidad: nuestras extremidades no responden tan rápidamente como es normal o el cuello no gira todo lo que debería. El quiropráctico puede ayudarnos en este caso.

No hay una edad adecuada para solicitar los cuidados de un quiropráctico, porque desde bebés a personas mayores, cualquiera puede requerir una cita con este especialista. Es habitual que se traten deportistas y también mujeres embarazadas que, por su estado, necesitan de cuidados que les ayuden a controlar los cambios que sufre su cuerpo.

Primera consulta con un quiropráctico

La primera vez que se visite a un quiropráctico, al igual que sucede con cualquier médico o especialista, querrá conocer todo el historial clínico del paciente, para disponer de toda la información que necesita y sacar sus propias conclusiones.

Tras rellenar el informe de cada paciente, el quiropráctico procederá a la exploración. En el caso de dolores de espalda, recorrerá vértebra a vértebra en busca de alguna situación en la que se haya producido una desalineación y, por tanto, una subluxación vertebral. Si esto ocurre, el sistema nervioso se verá afectado y no podrá mandar sus impulsos a todo el cuerpo, por lo que se producirán problemas de salud. Prevenir y corregir situaciones de riesgo, mantener una buena postura corporal en el trabajo y acudir a especialistas cuando sea necesario nos permitirán solucionar estos problemas de salud.

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